martes, 6 de julio de 2010

PENALTY

Freddy Secundino S.


¡¡Crack... Crack... Crack!!...
Es el minuto noventa del partido.
Él coloca el balón sobre la pequeña mancha blanca que lo separa del portero, con tan descarada calma, como desesperadamente los del equipo contrario aún le reclaman al árbitro el haber marcado el penalty -por cierto, muy claro- y, literalmente así, ¡¡crack!!, les destroce a todos ambas piernas con esa desconcertante acción.
Es la final del Mundial.
¿Quién creía en ellos?
"Si acaso, pasarán a la segunda ronda... ¿Pasarán?".
¡¡Crack... Crack... Crack!!...
"Harán milagros"...
¿Los penalties?
¡Bah!
¡¡Crack... Crack... Crack!!...
Nadie había sido vitoreado así. Sólo Él... Siempre Él...
Decenas al unísono... Miles.
Anotar El Gol del Mundial...
¡¡Crack... Crack... Crack!!...
¡Qué va, millones de gargantas!
Él da unos pasos hacia atrás con la mirada clavada en ese mismo balón que hace unos minutos introdujo en la misma portería para empatar el partido 1-1, mientras el árbitro obliga a los frustrados e impotentes jugadores del otro equipo a colocarse fuera del área...
¡¡Crack... Crack... Crack!!...
El eco inunda el estadio y lo desborda lejos, muy lejos de allí.
¿Cómo no anotar el penalty?
Porque es EL PENALTY.
¡¡Crack... Crack... Crack!!...
Si Pelé coronó rey a Brasil...
¡¡Crack... Crack... Crack!!...
Si Zizou le metió dos goles a Brasil en Francia `98 y se convirtió en el futbolista mejor pagado...
¡¡Crack... Crack... Crack!!...
Apenas se escucha el silbatazo que ordena el disparo.
¡¡Crack... Crack... Crack!!...
Disparo definitorio y definitivo.
¡¡Crack... Crack... Crack!!...
Si a Maradona lo ayudó la mano de Dios en México `86...
El estadio enmudece igual que si se quitara abruptamente un disco rayado...
El reloj marca 91:40.
¿Acaso todo el mundo ha enmudecido?
Él se encarrera con la mirada fija en el balón.
¿Le pegará con odio?
Ganar la Copa tan lejos de casa.
¡La Copa!
¿Con suavidad?
Ser el héroe.
¿Al centro de la portería?
Ser libre.
¿Al ángulo?
¡Pum!

***********

No.
Él no es el que le pega al balón.
Él sólo tiene doce años de edad...Pero tiempo ha que se autonombró así: El Crack.
Él está aquí, en la sala de su casa, estúpidamente postrado en una vieja silla de ruedas, con ambas piernas amputadas, viendo en el televisor un partido de futbol.

*Cuento del libro Precocidades, de FREDDY SECUNDINO S.

1 comentario:

  1. JAJAJAJA, ME ENCANTO, HUMOR NEGRO, UN RELATO DE ACTUALIDAD, EXCELENTE YA ME ENCANTAS FREDDY.

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